La pregunta es ¿nos gustaría?
A muchos nos gustaría pensar que si.
La vida después de la muerte puede sentirse como una película. En la prehistoria, enterrar y loar a nuestros seres amados, darles sepultura digna, fue una de las muchas proezas que nos convirtió en seres un poco más evolucionados, un paso más allá de los animales.
Desde esos tiempos, hemos evolucionado. La vida después de la muerte egipcia, enterrándolos en tumbas espectaculares llenas de símbolos y señales, inhumaban a Dioses. A la guía, veneración y protección de la vida después de la muerte japonesa.
Nos hemos convertido en inmortales. La cultura cristiana nos dicen que el alma es inmortal en la biblia. Hay vida después de la muerte, para todos aquellos que se lo merecen, que se lo hayan ganado con sus acciones terrenales. Lo que nos lleva al siguiente punto, preguntarnos por esas almas.
Os presento al Doctor Duncan MacDougall, de Haverhill, Massachussetts. Nuestro famoso doctor en estados unidos, o por lo menos lo es para nosotros, realizó un estudio donde habría “demostrado” que el alma humana pesaba alrededor de 21 gramos, y su estudio nos abrió la mente.
La otra cuestión que podemos plantearnos es si somos almas gemelas, destinadas a reencarnarnos, reencontrarnos, almas viejas obligadas a vivir una serie de experiencias, en una vida o en otra, con un cuerpo o ser y aprender.
Siempre con la necesidad de mejorar como entes, destinados a volver a repetir sino se corrigen o enmiendan los mismos errores. Estamos condenados a volver a vivirlos hasta que aprendamos.
También tenemos aquí al afamado Brian Weiss. Sus estudios nos lo cuenta en sus escritos, sus testimonios de vida después de la muerte. Experiencias extraídas de sus sesiones de regresión. Almas conectadas en el libro de la vida.
El alma que antes fue tu hijo hoy es tu hermano, sin género sin edad. Almas encadenadas al legado de una tragedia. Nuestros maestros nos dejan escoger la vida que viviremos, las experiencias que nos marcaran.
Se confirma, a través de regresiones, esas sesiones grabadas en su consultorio. Según el afamado psiquiatra no hay dudas: Si existe vida después de la muerte.
La cuestión es si estamos aquí para un fin último, mejorar. Debemos hasta alcanzar un estadio superior, ¿y que nivel es ese? Mito o realidad.